La portavoz del Grupo Parlamentario de UPN en la Comisión de Derechos Sociales, Maribel García Malo, ha presentado una moción por la que se insta al Gobierno de Navarra a que, en la Orden Foral de desarrollo de las ayudas para cuidados en el domicilio de personas dependientes atendidas por cuidadores profesionales y/o empresas de atención domiciliaria, “se contemple la posibilidad de otorgar las ayudas a personas que estén siendo atendidas por cuidadores profesionales con contrato y alta en la Seguridad Social, pero sin la formación o habilitación requerida”.
“Estas ayudas se concederían con el compromiso de que dichos cuidadores obtengan la formación o habilitación en el plazo de 12 meses, debiendo en caso contrario reintegrarse la diferencia entre esta ayuda y la ayuda para cuidados en el domicilio por cuidador no profesional”, recoge la moción regionalista.
Igualmente, se insta al Ejecutivo a que a, través del Servicio Navarro de Empleo, “organice en los próximos cuatro meses un número suficiente de cursos de formación de auxiliar de ayuda a domicilio, con carácter gratuito y horarios y formatos adaptados a las personas que se encuentren trabajando”.
Según ha señalado García Malo, “esta nueva modalidad de ayuda, que es muy similar a unas ayudas que se pusieron en marcha por el Gobierno de UPN en 2006, exige que la persona contratada para atender al dependiente cuente con la cualificación profesional exigida a los auxiliares de ayuda a domicilio o, habiendo trabajado como cuidadores o cuidadoras de atención a domicilio, y careciendo de la cualificación profesional exigida, obtengan una habilitación excepcional o provisional por parte del Departamento de Derechos Sociales” .
La portavoz regionalista considera correcta esta exigencia de cualificación o habilitación “porque ayudará a la profesionalización de los cuidados en el hogar”.
Sin embargo, explica, “al no haber previsto el Departamento de Derechos Sociales un periodo transitorio para obtener la formación o habilitación, la puesta en marcha de las ayudas supondrá que muchas personas dependientes atendidas por personas con contrato y alta en la Seguridad Social pero sin la formación o experiencia exigida tengan que renunciar a estas ayudas o cambiar de persona cuidadora”. “Esto es contraproducente para estas personas, a las que normalmente les cuesta mucho adaptarse a los cambios”, agrega.
Por otra parte, destaca, “quienes trabajan de forma legal van a tener, en muchas ocasiones, dificultades para formarse, puesto que no existen cursos suficientes de formación como auxiliar a domicilio, y los que existen, o no son gratuitos o no tienen en la mayoría de los casos horarios compatibles con los horarios de trabajo de una persona dependiente”. “Por ello, se perjudica a quienes, teniendo trabajo, se van a encontrar en el paro y con pocas posibilidades para formarse en un periodo corto de tiempo”, concluye.