NA+ considera que el Supremo confirma un “varapalo sin precedentes a la política educativa nacionalista”

  • Señalan que la decisión del Alto Tribunal supone “la crónica de una sectaria gestión anunciada”
  • “Los páganos son los opositores que sacaron sus plazas y los que optaron, tanto los de euskera como los de castellano, ya que vieron disminuidas sus posibilidades de acceso”

Navarra Suma ha manifestado hoy que la ratificación por parte del Tribunal Supremo de la sentencia que anuló 108 plazas de maestro en euskera confirma un “varapalo sin precedentes a la política educativa nacionalista y con consecuencias que pueden ser muy graves”.

NA+ destaca que “se trata de la crónica de una sectaria gestión anunciada”. “La imposición del euskera, la soberbia y la prepotencia con la que actuó el  gobierno cuatripartito de Mendoza, Solana y Barkos tienen estas consecuencias”, han criticado.

A este respecto, han señalado que “los páganos son los opositores que sacaron sus plazas y los que optaron a la convocatoria, tanto los de euskera como los de castellano, ya que vieron disminuidas sus posibilidades de acceso a una plaza en el Departamento de Educación”.

NA+ ha recordado que “esta situación se denunció y advirtió reiteradamente por parte de la oposición en la pasada legislatura, incluido el PSN, pero no nos hicieron caso”. “El gobierno hizo una huida hacia delante. No le importó las consecuencias y su actitud fue chulesca y prepotente, incluso, con los miembros del Tribunal de Justicia, a los que la consejera Beaumont reprochó acusándoles de falta de sensibilidad hacia el euskera”, han apuntado.

Asimismo, han recordado también que “la actual presidenta del gobierno, María Chivite, llegó en su día a responsabilizar a Barkos de asumir la nefasta gestión que se estaba realizando en el Departamento y afirmó que ‘lo que subyace es la hoja de ruta perfectamente marcada y perfectamente diseñada por este Gobierno para euskaldunizar la Administración, y en especial, por su relevancia, la educación’”.

“Ahora debieran asumir sus responsabilidades. Sabían lo que podía pasar, y siguieron adelante. Así fue la gestión en ‘la casa de los líos’ en la que convirtieron el Departamento”, han concluido.

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