(UPN/17.3.14) Cuarenta y cinco educadoras y cientos de familias de varios barrios de Pamplona viven la incertidumbre de qué ocurrirá con sus puestos de trabajo y sus hijos. La máxima dice «no cambies jamás algo que funciona». Sin embargo, el cambio de postura del PSN sobre un modelo que ha avalado en torno a diez años, deja en el alero trabajo, seguridad, futuro, modelo escolar, y, sobre todo, la libertad de las familias.
¿Qué ha motivado este cambio? ¿La causa puede haber sido que una ex-concejal socialista, esposa a su vez de un ex-concejal de este mismo partido, haya sido despedida como directora de Hello-Rochapea? ¿O tal vez los concejales socialistas se han dejado seducir por los cantos de sirena de los nacionalistas para el cambio de modelo?
Sea cual fuere, el caso es que los pamploneses deberán rascarse el bolsillo y pagar 265.000 euros más al año y deberán preparar una caja de casi medio millón de euros para pagar las indemizaciones por despido que se deriven de esta iniciativa.
Aunque parezca mentira, todo esto se ha montado con cinco informes técnicos en contra. Es el mundo al revés del «cuanto peor, mejor».
Por si algo faltara, el servicio que se presta ahora es más amplio que el que se quiere dar, el horario es mejor y la inmersión lingüística en inglés está garantizada. Es más, las familias están satisfechas, no demandan cambios y quieren seguir como están ahora mismo. Se perdería la flexibilidad de horario que prestan actualmente e iniciativas como la de «espacios familiares» de encuentro entre familias y educadoras.
Sólo nos queda esperar un atisbo de sensatez en algunos corporativos que impida este despropósito.
