Quisiera compartir con vosotros algunas reflexiones sobre la polémica de la vuelta de Batasuna a la actividad política institucional.
En primer lugar, creo que todos compartimos que la Ley de Partidos Políticos en la que imposibilitaba la presentación de Batasuna a las elecciones nace de la constatación de que Batasuna es parte de ETA.
Pues bien, ahora parece que los mismos dirigentes (Otegi y cía), con la que fue ilegalizada Batasuna, van a cambiar de posición (se han dado cuenta de golpe) y que donde antes no condenaban, ahora condenan el terrorismo de ETA.
Nos cuentan a través de los medios de comunicación que dentro de Batasuna han ganado las posiciones de condena a ETA.
Supongamos que esto sea cierto. Entonces, ¿dónde están los disidentes de esta posición? ¿Los disidentes han respetado a la mayoría? ¿Es posible que quien no quiere condenar, porque no lo siente, siga participando en un proyecto con Batasuna?
Pues sí, siguen estando todos juntos, sin disidentes porque lo que les une no es el final de ETA, porque no lo sienten, sino la estrategia para estar en las elecciones.
