El pasado domingo el suplemento Mercados, de El Mundo, publicó en su contraportada la carta que el PP había remitido a los líderes internacionales explicándoles la razón por la que había votado no al decreto de recortes de Zapatero. Resulta triste comprobar el oportunismo político que el PP demostraba en esta carta, ya que la razón que exponía para haber votado lo que votó, fue que su voto era IRRELEVANTE.
Es decir, si el voto del PP hubiese modificado el resultado final, hubiese votado otra cosa. Es decir, el PP optó por el electoralismo en lugar del patriotismo. Es decir, el PP critica que hubiera partidos como UPN, que nos abstuvimos por responsabilidad con España, aunque no estábamos de acuerdo con las medidas que se recogían en el decreto, y tiene la osadía de poner por escrito en una carta a Merkel, Sarkozy y otros miembros del PP europeo, que ellos hubieran hecho lo mismo que nosotros si su voto hubiera sido decisivo.
Ahora entiendo por qué Rajoy esperó hasta el último día a anunciar su voto, porque estaba calculadora en mano a ver si el decreto se aprobaba sin su voto y así podía dedicarse a hacer demagogia y ganar un puñado de votos. UPN demostró altura de miras, sentido de Estado y responsabilidad con España.
Y lo fácil era votar no, pero no hubiese sido lo que España necesitaba. ¿ Qué consecuencias hubiese tenido para la economía de nuestro país y para sus relaciones con la Unión Europea que este decreto no hubiera salido adelante?. Dicho esto, el PP actuó mal, justo de forma contraria a la proclama, pero el PSOE y en especial Zapatero, no pueden esperar a que sus medidas se aprueben en el Congreso por razón de Estado. Deben asumir las responsabilidades que les corresponden y que han dejado olvidadas en el limbo hasta ahora, mientras la economía española se desmoronaba. El único responsable de esta situación se llama Zapatero y todo lo demás son brindis al sol.
