Zabaleta vuelve a casa

Patxi Zabaleta fue uno de los líderes más destacados de Batasuna, que es lo mismo que ETA, pero decidió que aquello de la violencia no era “estratégicamente” bueno y fundó Aralar. 

Parece que la estrategia de las armas vuelve a servir para conseguir objetivos políticos, o así al menos debe pensarlo Zabaleta, puesto que ha vuelto a la casa de la que partió, a Batasuna.

Eso se desprende del entreguismo al que está sometiendo, ya no sólo a Aralar, sino por efecto arrastre, a Nabai entera.

Ahora el líder de Aralar, en una entrevista concedida a Euskadi Irratia, ha calificado a los terroristas como “luchadores que pelean por unas ideas”. No son luchadores, son mercenarios, cobardes, asesinos, dictadores y terroristas. Eso son,  Señor Zabaleta, y usted un sinvergüenza que es capaz de ofender a sus víctimas y a toda la sociedad que sufre su violencia con declaraciones de esta naturaleza.

Siempre he pensado que usted no se distanciaba mucho de ellos, por su pasado y por sus posiciones derivadas, no de convicciones sino de lo que “estratégicamente interesa”, y la última entrevista que usted ha concedido no hace sino darme la razón.

Si alguien de Nabai tuviese un poco de esa ideología progresista que proclaman, saldrían a gritos a pedir a este señor que se vaya, que dimita, pero ya. Porque no se puede ser progresista y decir que los terroristas luchan por ideas, justificando así la imposición por las armas de lo que sólo puede defenderse con la palabra. No se puede ser progresista ni se puede llamar a alguien que defiende esto ni, tan siquiera, demócrata.

Pero no oiremos a ninguno del conglomerado (Nabai) decir ni Pamplona, porque ahora sí que esto se debe a una estrategia, la de conseguir los votos que mueven los radicales y fortalecer la opción nacionalista, aunque eso sea a costa de contar con los que no condenan la violencia. ¡Qué más da!, ya lo dijo Maquiavelo, “el fin justifica los medios”.

Yo hago cómplices de estas declaraciones a todos los miembros de Nabai, salvo que salgan públicamente a decir lo contrario.

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