El grupo municipal de UPN en el Ayuntamiento de Pamplona ha criticado hoy que “el concejal de Seguridad Ciudadana y Convivencia, Aritz Romeo (EH Bildu), sigue sin aclarar si las imágenes de las cámaras de seguridad de la plaza del Ayuntamiento, tomadas el día de la concentración contra la exposición ofensiva de Abel Azcona, tienen sonido o no”.
UPN, que pidió esta información el 14 de diciembre y que desde entonces ha venido reiterando la solicitud al grupo de Asirón, cree que las imágenes de estas cámaras no tienen sonido y que “por tanto, difícilmente pueden probar ningún insulto, tal y como pretendía Bildu”.
Romeo ya tuvo que reconocer en una comparecencia solicitada por UPN que, al contrario de lo que había asegurado, no disponía de imágenes que demostraran su acusación de insultos contra Asirón durante la concentración. Sin embargo, como ha explicado UPN, “Romeo se refugió en las imágenes tomadas por las cámaras de Policía Municipal y a la imposibilidad, por motivos jurídicos, de entregarlas al resto de concejales para mantener su acusación e insinuar que existieron insultos al alcalde”.
“La pregunta es muy sencilla: queremos saber si las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad tienen sonido. La respuesta es tan sencilla como decir sí o no. Es injustificable negarse durante más de un mes a aclararlo intentando dejar que pase el tiempo”, han subrayado.
Al no recibir respuesta a su solicitud de información, los regionalistas afirman “sospechar” que “todo se trata de una nueva trampa de Romeo para intentar sostener una declaración de condena de insultos que en realidad no se produjeron”.
UPN ha lamentado que “Bildu siga intentando regatear este asunto en lugar de asumir su responsabilidad y reconocer que faltó a la verdad”.
El grupo municipal considera “increíble” que los pamploneses, “además de tener que soportar que con sus impuestos se pague una exposición ofensiva para la mayoría, sean insultados y tildados de radicales por Bildu”.
También han criticado que “Bildu haya tratado de ocultar que se recibieron más de 30.000 quejas contra esta exposición en un intento pueril de defender su decisión de pagar casi más de 15.000 euros por una muestra que ha insultado a miles de personas”.