El secretario general de UPN, Alberto Catalán, manifestó que de las declaraciones de Chivite y Errazti tras su encuentro se desprende una conclusión evidente, «que ambos, socialistas y nacionalistas vascos, están dispuestos a ir de la mano para cambiar al actual Gobierno y ser alternativa».
Catalán señaló que Chivite ha mostrado «de forma clara» su intención de llegar al Ejecutivo «a cualquier precio, si entre la formación socialista y los nacionalistas suman los votos necesarios» y denunció que el secretario general del PSN «contempla los pactos con los nacionalistas siguiendo la línea de Lizarbe».
Asimismo, declaró que resulta «muy significativo» que públicamente PSN y EA «sólo hayan constatado coincidencias, hayan respaldado la necesidad de preparar una alternativa a UPN, hayan reconocido su capacidad para articularla y hayan rememorado la experiencia del tripartito». «¿Es que acaso no les separa nada que se pueda decir públicamente?», se preguntó.
Catalán recalcó que «la mejor prueba de que los pactos con los nacionalistas entran dentro de la estrategia socialista es que, a día de hoy, Chivite sigue defendiendo las alcaldías que han conseguido gracias al apoyo de quienes no creen en el actual marco institucional de Navarra, desprecian la voluntad de los navarros y defienden planes soberanistas que invaden competencias propias de la Comunidad Foral y lesionan su régimen político-jurídico».
El secretario general de UPN mostró su «sorpresa» porque Chivite haya ido a hablar de respeto a la pluralidad «con un partido político que en la Comunidad Autónoma Vasca apoya y es cómplice de la política sectaria y excluyente que practica el Gobierno de Ibarretxe».