La economía Navarra sigue con una salud de hierro. En 2006 el Producto Interior Bruto aumentó en un 3,9% en Navarra, siete décimas más alto que el registrado en 2005. Así, cerramos de nuevo el año con un alza superior a la economía española, que creció un 3,8%. Detrás de esta aceleración está el impulso de la inversión y el consumo, así como la mejoría industrial.
Además, Navarra experimentó un crecimiento del PIB del 4,1% en el último trimestre del año. Este broche final llegó gracias al impulso de la inversión y por la estabilidad del consumo y la exportación. En los tres trimestres anteriores, el PIB navarro había crecido a tasas del 3,7%, 3,7% y 3,9%, respectivamente.
El dinamismo de la economía de la Comunidad Foral proviene del mayor gasto en consumo de los hogares navarros y la formación bruta de capital, es decir, el gasto en inversión productiva de las empresas.
También desde el punto de vista de la demanda, a lo largo del año ha influido la mejoría de la demanda exterior (exportaciones) aunque hasta el tercer trimestre la aportación del sector exterior al crecimiento del PIB seguía siendo negativa.
Desde el punto de vista de la oferta (la otra forma de medir el crecimiento económico) destaca especialmente la reactivación de la industria y el impulso que sigue demostrando el sector servicios en Navarra en los últimos años.
Este acelerón de la economía navarra se ha producido además en un contexto de contención inflacionista, con una subida de precios del 2,1% frente al 2,7% estatal, y un aumento del empleo del 3,3%, medido en términos de afiliación a la Seguridad Social