Pamplona está inmersa en la Semana de Pasión, en la Semana Santa, jalonada de una serie de actos, mayoritariamente religiosos, y alguno civil, como el Voto de las Cinco Llagas en Pamplona. La Corporación Municipal recorrerá el Jueves Santo el camino que une la Plaza Consistorial y el templo de San Agustín para participar, en el interior de la Iglesia en el único acto de la Semana Santa pamplonesa en el que los ediles acuden en Cuerpo de Ciudad.
La representación municipal en la comitiva estará formada por los corporativos, maceros, clarineros y agentes de la Policía Municipal en traje de gala y sin bandera. En el interior de la iglesia tendrá lugar una procesión en la que se portará la efigie de las Cinco Llagas. A su término, los ediles que lo deseen podrán participar, a título personal, en los actos de la Catedral y la iglesia de San Saturnino.
El Voto de las Cinco Llagas es uno de los diez que, desde antiguo, que comprometían a la ciudad y se instauró en 1600 como acción de gracias por la erradicación de la peste, que asolaba la ciudad y diezmaba a su población.
El alcalde de Bildu y el cuatripartito que le sustenta en el cargo vuelven en estas fechas a hacer alarde de su más absoluta incoherencia, participando en una procesión de acción de gracias a Dios, no a ninguna entelequia de carácter laico, pero no participarán como miembros de la corporación en actos religiosos. Sin embargo, y ante el silencio al respecto, todo apunta a que disfrutarán las vacaciones de SEMANA SANTA, como ya hicieron con las de Navidad, para dedicarlas a lo que mejor les parezca. El ejercicio de la coherencia debería llevarles estos días a sus despachos a trabajar por el bienestar de todos los pamploneses, que buena falta hace.
