El Senado aprobó ayer la moción presentada por el regionalista José Cruz Pérez Lápazarán, que contó con el apoyo de todos los grupos, a excepción del PSOE y la Entesa Catalana del Progres. Así, la Cámara Alta insta al Gobierno central a adoptar medidas económicas y fiscales dirigidas a Comunidades Autónomas y agricultores con el objetivo fomentar la producción de biocarburantes.
La moción obliga al Ejecutivo a «aprobar un plan de medidas que beneficien la generación de energía renovable a partir de materias primas de origen agrícola en nuestro país y que contemple medidas económicas, fiscales, informativas y formativas para CCAA, agricultores y sectores interesados». Además, el texto aprobado establece unos «objetivos de consumo en el mercado nacional, para alcanzar unos niveles mínimos nunca inferiores al 7% en el año 2010 y del 10% en el año 2015».
Según Lapazarán, esta moción era imprescindible para «buscar alternativas que puedan satisfacer nuestras necesidades energéticas, disminuyendo nuestra dependencia de terceros países y colaborando, además, con el cumplimiento de nuestras obligaciones derivadas del Protocolo de Kyoto».
En este sentido, Lapazarán ha lamentado que Navarra haya tenido que «caminar sola, sin el apoyo del Gobierno central» en el impulso a los biocombustibles, mientras en el resto de Europa los gobiernos se implican en su crecimiento. Por eso, ha recordado al Ejecutivo central que la Unión Europea, a través de su comisaria de Agricultura, Fischer Boel, ha señalado que es necesario que en el año 2010, más del 5 por ciento de la energía destinada al transporte corresponda a los biocarburantes.
Además, Lapazarán ha asegurado que la adopción de las medidas propuestas en la moción «proporcionará nuevas salidas a nuestros agricultores, inmersos en un proceso de reestructuración agraria, como consecuencia de los cambios habidos en la PAC». Para el senador regionalista, «después de las obligadas reducciones de superficie de algunos cultivos, los productos destinados a la energía (cereales, maíz, remolacha, girasol, colza o soja) son una de las pocas alternativas que tiene el sector agrario para mantener su actividad».