El plan Pamplona Joven

Sergio Sayas, secretario general de Juventudes Navarras

Ha sido un plan abierto y participativo, en el que hemos tomado parte tanto las asociaciones juveniles como los numerosos jóvenes no asociados que han realizado sugerencias a través de la página web.

Esto demuestra el protagonismo que el Ayuntamiento de Pamplona sigue otorgando a los jóvenes, conscientes de que no sólo somos una parte importante del futuro, sino que ocupamos un espacio incuestionable en la Pamplona actual.

El plan está dividido en diferentes áreas que tratan de dar respuesta  a las múltiples demandas que planteamos los jóvenes, como la vivienda, el empleo, el ocio, el tiempo libre, la educación, las nuevas tecnologías, la investigación o la prevención para la salud.

Es pues, un documento integral que trata de involucrar de manera transversal a todas las áreas municipales, a todos los agentes sociales y principalmente a quienes somos sus destinatarios y a la vez sus protagonistas: los jóvenes.

Resulta sorprendente escuchar algunas de las críticas recibidas hasta el momento, unas basadas en que es un plan que no incluye cuestiones relativas a vivienda y empleo, como señalaba la semana pasada algún representante de Aralar y otras,  las que se han vertido desde el consejo de la juventud, acusando al Ayuntamiento de no ofrecer participación a los jóvenes.

La primera resulta además de sorprendente, vergonzosa, pues pone de manifiesto que desde este grupo político y desde otros partidos de la oposición que han suscrito las críticas no sólo no han aportado nada al plan, sino que ni tan siquiera han leído los títulos. Basta con leer el apartado «ciudad para el empleo» o «ciudad para vivir» (entre los dos suman más de 20 páginas) para comprobar que estamos ante una falacia debida o bien a la irresponsabilidad con la que algunos grupos hacen oposición, o lo que es peor, a su interés de manipular a los jóvenes.

La segunda es ya inaceptable. En primer lugar, cabe poner de manifiesto la alegría que nos produce el hecho de que el Consejo de la Juventud empiece  a preocuparse de temas juveniles y abandone por fin su única actividad que ha sido hasta ahora la de hacer campaña a favor del nacionalismo, imponiendo a las asociaciones discrepantes su línea de actuación, excluyéndolas de los foros de decisión y trabajando por cuestiones ligadas a los presos de ETA y a Euskal Herria.

Llevo muchos años participando en la asamblea del Consejo de la Juventud de Navarra y nunca, repito nunca, se ha aprobado una sola resolución referida a temas de empleo, vivienda, ocio o educación, que son los temas que más preocupan a los jóvenes.

A quienes dirigen el consejo les parece más importante Euskal Herria, los gaztetxes y los radicales y, sin embargo, ahora se preocupan por la participación. Paradojas de la vida.

Además hay que decir que el consejo ha sido invitado a participar y ha rechazado la invitación, lo que pone de manifiesto que está más cerca de los intereses partidistas de algunos, que de trabajar por aportar soluciones a los problemas de los jóvenes.

Pero lo más preocupante de todo esto es la foto aparecida ayer en este mismo diario, en la que vemos a un representante de Juventudes Socialistas en la mesa como miembro del Consejo de la Juventud. ¿Significa esto el apoyo de las juventudes del PSN a la política del Consejo? Espero que no, pero tampoco extrañaría nada viendo el rumbo actual del Partido Socialista.

En resumen, el Ayuntamiento tiene que seguir ofreciendo alternativas y soluciones a los jóvenes, impulsando así esta ciudad, cada día más moderna, más abierta, más plural y más diversa. Una Pamplona cercana y dinámica que confía en su presente y en su futuro y, por tanto, sabe que los jóvenes son el motor definitivo para el impulso. Una Pamplona liderada por Yolanda Barcina que trata de progresar, a pesar de que algunos tratan de confundirnos. Como decía Cervantes en el Quijote: «Ladran, luego cabalgamos». Mientras otros hablan, nosotros trabajamos.

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