Día Internacional de la eliminación de la Violencia contra la Mujer

María José Bozal Bozal, Parlamentaria Foral de UPN

Con motivo de la celebración del noveno Aniversario del «Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer», deseo comenzar este escrito agradeciendo y reconociendo el valor demostrado por todas aquellas personas que, aun con riesgo de su integridad física, defienden a la mujer que está siendo agredida por un hombre.

A partir de esta fecha, existe en la sociedad una mayor conciencia de los Derechos de las mujeres. Sin embargo, la violencia contra la mujer, que es una de las formas más vergonzosas de todas las violaciones de los derechos humanos, se sigue produciendo en la actualidad.

 Esta lacra social que padecemos atenta contra el derecho a la vida, a la libertad y a la dignidad de las víctimas y se da en todos los continentes, pueblos y culturas, sea cual sea la clase social, la raza, etc. Por ello, debemos unir todas nuestras fuerzas, hombres y mujeres por igual, para acabar con la dramática situación que todavía hoy viven miles de mujeres.

Las Administraciones Públicas han puesto en marcha numerosos recursos cuya finalidad es erradicar todo tipo de violencia contra la mujer. Un ejemplo de ello es el acuerdo institucional que presentó el Gobierno de Navarra en 2002, en el que se abordaba por primera vez el problema de una manera integral, teniendo en cuenta toda la problemática a la que se enfrentan las víctimas y planteando actuaciones desde el ámbito policial, jurídico, de servicios sociales, vivienda y empleo.

Este acuerdo facilitó la posterior elaboración de la Ley Foral 22/2002 de medidas integrales contra la violencia sexista, cuyo reglamento supone una herramienta de trabajo que permite abordar la violencia desde una perspectiva multidisciplinar.

También se creó el Observatorio Estatal de violencia contra la mujer, que asesora, evalúa y propone medidas de actuación a todas las instituciones.

A estas medidas se une recientemente la implantación del Registro Integral de Expedientes de violencia de Género, que va a mejorar la coordinación y colaboración entre las instituciones que trabajan en el ámbito de este tipo de violencia.

 Estas son algunas de las actuaciones que se han puesto en marcha desde las Administraciones Públicas, y se sigue trabajando en mejorar las medidas de prevención, de asesoramiento, de sensibilización, de protección y en el castigo a los culpables.

Se ha avanzado bastante, pero estas medidas son todavía insuficientes, ya que, por desgracia, la violencia contra la mujer se da en porcentajes altos (57 víctimas mortales en España y 1.055 denuncias a 31 de octubre de 2008 en Navarra) son cifras preocupantes que demuestran que la violencia contra la mujer sigue siendo un grave problema social, basado en la desigualdad histórica y en la discriminación generalizada. Mientras esta violencia continúe, no podremos hablar de igualdad entre hombres y mujeres.

Por todo ello, cabe destacar la importancia de la acción colectiva y comunitaria para terminar con este problema. Desde estas líneas, quisiera hacer un llamamiento a hombres y mujeres para actuar contra este tipo de violencia de manera valiente y comprometida. Este compromiso sería el mejor acto de homenaje que podríamos ofrecer a las víctimas de la violencia contra las mujeres.

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