José Ignacio Palacios Zuasti, Senador de UPN por Navarra
Al acudir a esa cita me viene siempre a la memoria la escena dantesca que presencié cuando allí llegué poco después de producirse el atentado, cuando los restos de restos de José Javier yacían todavía en el suelo y me encontré a una familia destrozada que lloraba junto al presidente Sanz en la acera de una calle vacía de vecinos y con las ventanas cerradas.
Volver a Leiza no solo es recordar a José Javier sino, también, encontrarte con un grupo de hombres y mujeres que en ese ambiente hostil en el que tienen que vivir el día a día se declaran abiertamente navarros y españoles. Uno de ellos es Pello Urquiola, que tiene como lengua materna el vascuence, que lo aprendió en su casa y no en una ikastola, donde lo habla de siempre. Pello, que se resiste a que le llamen bersolari, es persona de poco hablar y como él mismo dice: «de estudios, poca cosa».
En esta ocasión, como en años anteriores, nos recitó sus ya tradicionales versos, en los que recuerda a José Javier y dice un NO rotundo a ETA. Pero este año hubo una novedad ya que introdujo un elocuente preámbulo en el que se expone la dura situación en la que en estos momentos algunos como él tienen que vivir. No me resisto a dejar de transcribirlo porque creo que es preciso que todo el mundo lo conozca. Dice así:
«Este 14 de julio de 2008 conmemoramos el 7º aniversario del asesinato por parte de ETA de nuestro compañero José Javier Múgica y quiero agradecer el esfuerzo que realizáis los aquí presentes por asistir a esta conmemoración. Una vez más, con vuestro apoyo nos dais fuerzas para seguir adelante en este bonito pueblo en el que todavía hay gente que no se atreve a asomarse a las ventanas o salir a la calle y otras que continuamente están pidiendo libertad, «askatasuna», para esos malhechores que continúan asesinando y destruyendo lo que a ellos no les va bien. Piden «askatasuna» para que la justicia no funcione con ellos. Esa es la clase de libertad y democracia que piden. También nosotros pedimos Paz, Justicia y Libertad para no ser pisoteados, para no ser humillados, para no ser marginados, para ser lo que somos y queremos ser: vascos, navarros y españoles en este Leiza que queremos que sea de todos y para todos. Para que nos podamos saludar tranquilamente por la calle, sin mirar a los lados por si alguien me ve hablando con una persona que no es de la «cuerda». Pedimos Paz, Justicia y Libertad para liberarnos de esa férrea dictadura del nacionalismo radical del que una vez más hemos sufrido un grave atentado el pasado 27 de febrero, cuando intentaron quemar la sede de UPN aún sabiendo que estábamos reunidos dentro. Gracias a Dios el incendiario fue rápidamente localizado y detenido».
Hasta aquí la introducción de Pello. Pues bien, cuando Ibarretxe está tan afanoso y declara que va a seguir preparando su «consulta» con «toda normalidad», creo que es necesario que se pongan todos los medios para que personas como Pello y sus compañeros de Leiza, y de tantos otros pueblos, puedan vivir «con toda normalidad», con libertad »askatasuna»- y dejen de ser humillados y pisoteados por el simple hecho de pensar de forma diferente y por declararse vascos, navarros y españoles.