La reforma de la administración local de Navarra, más conocida como reforma del mapa local, puede conllevar una nueva subida de los impuestos para todos los navarros. De ello ha advertido esta mañana la secretaria general de UPN, Yolanda Ibáñez, que ha expuesto en rueda de prensa el posicionamiento de la formación regionalista sobre la propuesta del Gobierno de Barkos.
“Nos va a llevar, obligatoriamente, a una nueva subida de impuestos porque, con la propuesta del nuevo mapa local, las entidades locales van a tener la obligación de recaudar por sus propios medios el dinero suficiente para financiar más del 50% de sus gastos corrientes”, ha manifestado.
Así, ha agregado, “ese dinero tiene que salir de algún sitio, de ahí que digamos que mucho nos tememos que va a conllevar más impuestos para los ciudadanos y ciudadanas”.
En la misma línea, ha señalado que la propuesta “mezcla servicios sociales, que se financian vía impuestos, con servicios como el abastecimiento, el saneamiento y los residuos, que se autofinancian”. “Por lo tanto, han metido todo en el mismo saco, de modo que no sabemos cuánto va a costar, pero sí que en el caso de muchos de esos servicios nos va a costar a los ciudadanos más que lo que nos cuestan ahora”, ha explicado.
Otro asunto que queda en el aire, según los regionalistas, es “qué va a pasar con los actuales trabajadores y con las infraestructuras de las mancomunidades que dividen, como la de Pamplona, o con las que desaparecen”. “La propuesta no concreta ni defina nada”, ha apostillado Ibáñez.
La secretaria general de UPN ha acusado también al Gobierno de pretender “el monopolio de la educación”. “Quiere controlar las escuelas de 0-3 años con el objetivo de imponer su modelo educativo nacionalista desde el inicio”, ha defendido.
“Además, imponen el fomento del euskera y el control de las actividades extraescolares y complementarias con el propósito claro de adoctrinar y controlar a nuestros niños en todo momento”, ha añadido.
Asimismo, ha criticado que esta reforma conduce a la “eliminación de los concejos”. En este sentido, ha detallado que “en su propuesta afirman que van a desarrollar una ley foral en la misma línea que la planteada en la ley de haciendas locales, y lo que realmente planteaban en dicha ley era la desaparición de los concejos. Lo hacían partiendo, según sus impulsores, de que los concejos tienen unas obligaciones que no pueden asumir y ante esta situación planteaban la delegación de la totalidad de las competencias en los ayuntamientos”.
Para UPN, ha apuntado también, “no hay correlación entre el Plan de Residuos planteado por este Gobierno y esta reforma del mapa local”. “El plan de residuos está redactado con las mancomunidades de residuos actuales ignorando, por tanto, el nuevo planteamiento del mapa local. Es decir, desde la misma consejería han puesto encima de la mesa dos proyectos que son totalmente contradictorios”.
El caso de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona, que se “trocea”
La secretaria general de UPN ha criticado, por otra parte, que la reforma planteada propone “trocear” la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona, “una mancomunidad cohesionada, que funciona muy bien, y que es referente a nivel nacional”.
“En nuestra opinión, hacer esto es una locura ya que va a generar comarcas con servicios más caros, por lo que los principios de eficiencia, autonomía y suficiencia financiera se incumplen de manera muy clara”, ha denunciado Ibáñez, para quien “también se incumpliría la ley de estabilidad presupuestaria, ya que una entidad local no puede ceder o delegar sus competencias a un coste superior al actual”.
Además, se ha preguntado, “¿cómo se va a repartir los activos y el personal? ¿por población? ¿por superficie? ¿por número de ayuntamientos? No se sabe nada”.
Yolanda Ibáñez ha concluido señalando que “la nueva reordenación local va a suponer un sobrecoste en la prestación de servicios que se traducirá en una subida de impuestos para el ciudadano; se carga lo que funciona, como en el caso de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona; rompe los principios de eficiencia y solidaridad al fragmentar servicios generando agravios entre los ciudadanos de una comarca y otra; aboca a la desaparición de los concejos y es una reforma política, que supone más control e imposición nacionalista”.