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Para UPN, el Gobierno reconoce que Itoiz-Canal de Navarra es la solución al agua de calidad en la Ribera

Se demuestra así, según los regionalistas, que la apuesta de quienes desde el principio impulsaron el proyecto era acertada

“Al Gobierno de Navarra no le ha quedado otra opción que dar marcha atrás y reconocer que el proyecto Itoiz-Canal de Navarra es la solución a la necesidad de agua de calidad de la Ribera”. Así se ha manifestado el presidente de UPN, Javier Esparza, tras conocer las conclusiones de los estudios de alternativas de agua para la Ribera que han presentado hoy los consejeros Manu Ayerdi e Isabel Elizalde.

En opinión de Esparza, se viene a reconocer que “UPN y los partidos y organizaciones que nos acompañaron hicimos una apuesta acertada, algo que han tenido que acabar aceptando los que lo criticaron e incluso boicotearon desde sus inicios”.

“Tras muchas idas y venidas, tras generar muchas dudas e inquietudes, tras muchos estudios e informes, al final han tenido que admitir que el proyecto era válido, con las modificaciones que sean necesarias para adaptarlo a la situación actual”, ha agregado.

Para el presidente de UPN, la decisión supone también un aval a “la movilización y a las reivindicaciones de los regantes, agricultores, empresarios y la sociedad ribera en su conjunto que han defendido siempre su derecho a disponer de agua de boca y de riego de calidad y en la cantidad suficiente para atender las demandas actuales y las previsiones de futuro para el desarrollo de esta zona tan importante de Navarra, y que tiene el mismo derecho a progresar que el resto”.

El presidente de UPN también ha querido poner el acento en la importancia que tiene para toda Navarra la construcción de una infraestructura de este tipo y se ha lamentado de que se hable mucho de los costes, pero no de los beneficios que reporta. “Además de que estamos hablando de una inversión productiva, hay que tener presente que se trata de una infraestructura de una gran magnitud cuya vida útil y cuyos efectos son de larga duración y, por tanto, deben analizarse a largo plazo”, ha valorado.

Esparza también ha querido recordar que “hay un tipo de coste del que sistemáticamente se olvidan quienes se han opuesto al proyecto. Me refiero al coste, tanto económico como de retraso de las obras, que sufrió el proyecto como consecuencia del sabotaje ocurrido en la presa de Itoiz el 6 de abril de 1996 por el corte de los blondines, así como por las continuas trabas que el entorno de la izquierda radical ha puesto a lo largo de los años, desde sus inicios”.

“Hoy es un buen día para los habitantes de la Ribera y para la cohesión territorial de toda Navarra y un mal día para quienes desde siempre se han opuesto a este proyecto estratégico para la Comunidad foral y han tenido como objetivo su paralización”, ha manifestado.

No obstante, ha concluido, “UPN va a estar vigilante y va a seguir de cerca el desarrollo del proyecto con el objeto de que se acabe llevando a cabo conforme a las demandas de los agentes económicos y sociales implicados”.