Descargas

UPN considera una “aberración” que se puedan permitir libros de texto que manipulan la realidad de Navarra

Alberto Catalán solicita los informes técnicos en los que se ha basado el consejero para tomar la decisión y denuncia la utilización política de la educación

El portavoz de educación en el Parlamento de Navarra, Alberto Catalán, ha tachado de “aberración educativa y desprecio a Navarra” la decisión del consejero de Educación de derogar tres órdenes forales de los años 2010 y 2014 dictadas para que las editoriales o los centros educativos no utilicen libros de texto que no se ajustan a la normativa educativa y que no respetan la realidad de Navarra.

En este sentido, ha denunciado la “utilización de la educación para fines políticos, más aún, para adoctrinar sobre la existencia de una realidad política e institucional que no se corresponde con Navarra”.

“Es un claro ejemplo del sectarismo y de la obsesión del actual gobierno nacionalista de Navarra por imponer sus planteamientos partidistas por encima de lo que marca la ley y sin que les produzca ningún pudor hacerlo en los sectores más vulnerables de la sociedad como son los jóvenes”, ha agregado.

Catalán ha explicado que “las órdenes forales derogadas por el actual gobierno nacionalista de Navarra se dictaron para aportar conocimientos sobre la realidad de Navarra, salvaguardar una educación basada en las normas de convivencia que nos hemos dado y para evitar cualquier manipulación sobre la realidad de la Comunidad Foral de Navarra”.

El parlamentario regionalista ha destacado que “dichas Órdenes Forales tuvieron el sustento de varios informes de los Servicios del Departamento que demostraron que los contenidos de algunos libros de texto que se estaban utilizando en algunos centros educativos navarros no se adaptaban a lo establecido en la normativa aprobada por el Gobierno de Navarra sobre el desarrollo de los currículos en las etapas educativas ni a la Ley Orgánica 13/1982, de 10 de agosto, de Reintegración y Amejoramiento del Régimen Foral de Navarra”.

Asimismo, sostiene que “los informes técnicos elaborados al respecto dejan muy claro que hay libros de texto en los que se incluyen contenidos de Navarra en el contexto de Euskal Herria/País Vasco, hay libros en los que el grueso del contenido local es de la Comunidad Autónoma Vasca y libros en los que faltan contenidos específicos relevantes de Navarra que forman parte del currículo de Navarra y que vienen regulados en los Decretos Forales por los que se establecen los currículos de las enseñanzas de Educación Primaria y Educación Secundaria”.

Cabe recordar que en enero, y a preguntas de Catalán sobre las medidas que va a adoptar el Departamento de Educación si se dieran casos de centros educativos en los que se utilizaran libros de texto que no respeten la realidad de Navarra, Mendoza afirmó que «no se dan casos en los que concurra esta circunstancia y, si hubiera duda sobre ello, se procedería a realizar un análisis en profundidad de cada texto por parte de los servicios competentes del Departamento de Educación, con el fin de que estos respeten escrupulosamente la realidad institucional de Navarra». “Ahora se actúa de manera contraria justificando con apreciaciones políticas y totalmente partidistas sobre el término Euskal Herria”, ha señalado.

Por otro lado, Catalán ha denunciado que “el Departamento de Educación no puede derogar la normativa que impide que dichos libros de texto tengan financiación del propio Departamento dentro del programa de gratuidad de los libros de texto al amparo de la Ley Foral que lo regula”. “Es absolutamente inconcebible, desde el punto de vista educativo, administrativo y de gestión de fondos públicos que se financien estos libros”, ha criticado.

Los regionalistas han presentado varias iniciativas en relación con este asunto. Entre ellas, una solitud de comparecencia del consejero de Educación para que informe de la Orden Foral que se dejan sin efecto las Órdenes Forales 37/2010, de 4 de marzo, 103/2010, de 18 de junio, 146/2010, de 31 de agosto y 88/2014, de 22 de septiembre, y una solicitud de información sobre los informes técnicos en los que se ha basado para aprobar dicha Orden Foral.