(Pido disculpas por el contenido de este blog que sólo será entendido por unos pocos. Es un homenaje a una compañera recién casada.)
“La chuleta s’a casao”. Así empieza esta historia cuando el jauna aparece por la oficina, el lunes, y lo comenta.
“¿La chuleta?”. “Pues yo que pensaba que no iba en serio” dice el Yayo (el de sin nietos).
“Pues si te lo dijo el pluriempleao ayer”, le aclara el cuenco al jauna.
“Pues no me enteré. Algo le oí decir al farala el otro día pero no pensaba que podía ser por la chuleta. ¡Si es que no me informáis de lo que pasa por la casa. No os puedo dejar solos!”, afirma el jauna.
Aparece el asistente y dice: “Que dice el George que está muy afectado por la boda y que ya quedáis pocos libres je je je”
Enhebra las palabras el cuenco de nuevo y salta: “Sí, que esté tranquilo ese que ni el jauna ni el pluriempleado se le van a adelantar. A no ser que las Blancas les busquen algunas soltericas, ni p’atrás se casan estos”.
“Espera,espera”, dice Mon, “que sorpresas conocemos todos. Sino acordaros del Nagusia”.
“¡Que os estoy oyendo!”, dice el pgh (que no PdH) entrando a la sala. “Más os valdría tomar ejemplo de la chuleta. Además tú jauna ¿porqué no te animas? Si tienes el banquete pagado por el Sheriff y la música solucionada por el organista.
“¿Organista? ¿Quién ha dicho organista?”, dice el organista que recién llega a la oficina.
“Nada, nada, tranquilo”, le dice Mon, “que si se casa el jauna le tendrás que tocar, nada más”.
“¿Tocar el qué?, dice el organista.
“El órgano en su boda… je je je…. y no seas mal pensao que es el de la música”, replica el Mon.
“Ehhhh… ¿qué pasa aquí?”. Joé, acaba de entrar el General y ya quiere poner orden.
“Eso mismo les quería decir yo”, afirma Vied-nam que, sin saber como, s’a plantao en medio.
“Nada, nada, hablando de la chuleta que s’a casao” le explica el jauna.
“Ahh…, pues bien”, dice. “Yo ya lo sabía porque me lo dijeron el jueves los Nonos. Y el mocete qué, es majo?”, pregunta Vied-nam.
“Eso lo saben los pollos tomateros que están todo el día tomándole el pelo a la chuleta”…suelta la Secre que viene a hacer fotocopias a la máquina.
“¡La que faltaba!”, salta el jauna. “¡Otra que tal!. ¡Anda!, que entre el pluriempleado, la pupas, el farala, el yayo chucherías, tú y yo estamos buenos en este Partido. Más nos valdría buscarnos algún revolcón y dejarnos de tontadas”.
“Bueno, bueno que ya vale de cascar y vamos a hacer algo de provecho que si nos ve la Jefa ahora pensará que estamos así todos los días”, sentencia el jauna.
“De todas formas que me alegro por la chuleta y que espero que le vaya bien, que ahora no están los tiempos para tontadas”.
Y yéndose el jauna a su despacho se acaba la conversación.
¡Felicidades chuleta! ¡Te queremos un montón!