Acaba de terminar la Semana de Acogida de la Cruz de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Navarra que se ha celebrado del 1 al 5 de Septiembre.
Esta es la Cruz que en 1984, Año Santo de la Redención, el Papa Juan Pablo II decidió que tenía que estar – como símbolo de la fe – cerca del altar mayor de la Basílica de San Pedro, donde todos pudiesen verla. Así fue instalada una gran cruz de madera, de una altura de 3,8 m.
Al final del Año Santo, en Roma, el 22 de abril, después de cerrar la Puerta Santa, el Papa entregó esa misma cruz a la juventud del mundo con estas palabras: “Queridos jóvenes, al clausurar el Año Santo os confío el signo de este Año Jubilar: ¡la Cruz de Cristo! Llevadla por el mundo como signo del amor del Señor Jesús a la humanidad y anunciad a todos que sólo en Cristo muerto y resucitado hay salvación y redención.”
Desde entonces, la Cruz y el Icono de la Virgen han estado presentes en todas las Jornadas Mundiales de la Juventud que se han celebrado por todo el mundo. El próximo año 2011 se celebrará la JMJ en Madrid y como acontecimiento de preparación, la Cruz y el icono de María han visitado Navarra.
Inició su visita por Vera de Bidasoa y tras recorrer los cuatro puntos cardinales de nuestra geografía dijo adiós a Navarra en Zamartze – Huarte Araquil.
En todo su caminar ha estado siempre acompañada de jóvenes navarros. Jóvenes con valores, creyentes, que han rezado al paso de la Cruz. Jóvenes que no tienen vergüenza de proclamarse cristianos y de seguir a Jesús al lado de la Cruz. Jóvenes cuyos principios son el de la justicia, solidaridad, ayuda, vocación, respeto, autenticidad, honradez, defensa de la vida, contrarios al aborto.
Jóvenes que rezan al Dios de la Verdad, al resucitado, Jóvenes que afrontan las dificultades de este mundo, los ataques a su propia creencia, desde la paz interior y el sosiego. Jóvenes, en definitiva, nada acomplejados, felices y confiados en conseguir un mundo mejor.
Me enorgullezco de vosotros, jóvenes de Navarra, y os doy mi enhorabuena porque nos habéis dado a muchos un claro ejemplo de cómo hay que ser.
Los que no quieran verlo ¡allá ellos! pero así es la amplia mayoría de la juventud de Navarra.