Faustino León, ex alcalde de Cintruénigo
Es lo que anida en el Alcalde de Cintruénigo. No lo puede remediar, sabe que no debe hacerlo, conoce que terminará por hundirle con todo el equipo, pero sin embargo, su instinto es más fuerte que su sentido, y termina por picar.
Así lo ha venido haciendo repetidamente a lo largo de su triste mandato. No tiene la mayoría, es el Alcalde con menos apoyo de votos y de concejales de la historia de Cintruénigo, y aún así, pica cada vez que alguien le acerca la mano.
Lo ha hecho con APC, mejor dicho, con sus dos concejales. Desde el principio. Hasta dónde llegó su osadía que se permitió solicitar su dimisión para que con otros concejales se pudiese llegar a acuerdos e incluso compartir la alcaldía. Y luego, cada vez que los ha necesitado, les ha arreado de lo lindo; hasta el punto de que los dos concejales, apaleados y dolidos, han resuelto no acercarse más.
Y lo mismo con U.P.N. Cuando ha pedido colaboración a este grupo, cuando me ha solicitado ayuda, o cuando ha implorado la mediación de sus mayores de Pamplona para que U.P.N. le echase una mano, nos ha terminado picando. Desde U.P.N. hemos sido infinitamente pacientes, pero hasta la paciencia tiene un límite.
El hecho de que con la abstención de U.P.N. se haya permitido la aprobación de las Cuentas 2007, para no perjudicar los intereses de Cintruénigo, no por no merecerse el voto en contra dado que son las peores cuentas de la historia de Cintruénigo; y a renglón seguido se filtre, interesadamente, un informe para echar la culpa a U.P.N. de la situación económica del Ayuntamiento, es la constatación de que el Sr. Alcalde de Cintruénigo no responde más que a su instinto. El instinto del escorpión; y ante eso, las personas no tienen más que dos opciones: o bien huyen, o bien lo aplastan.
Desde luego, U.P.N. no tiene ninguna intención de huir. ¡Ah!, y otra cosa: del informe de Administración Local hablamos cuando se quiera.