El presidente del Gobierno introdujo la situación política de Navarra explicando que su investidura contó con el apoyo del 48% del Parlamento, mientras que los votos en contra significaron el 28%. «Nos queda el trabajo de aproximar a nuestras iniciativas, en primera instancia, a ese 24% de los socialistas que se abstuvo en la investidura», indicó Sanz sobre lo que será la clave y el eje de esta legislatura en la Comunidad foral.
Así, respecto a los futuros Presupuestos Generales de Navarra, que deberán contar con el apoyo del PSN para conseguir ser aprobados, Miguel Sanz fue contundente. «Es el primer reto y seguro que serán aprobados», afirmó.
Miguel Sanz quiso hacer una reflexión sobre la situación del PSN y la importancia que los socialistas tienen para Navarra. «En este caminar, UPN ha de tenderle puentes antes que derribarlos, ha de perseguir acuerdos antes que provocar enfrentamientos», insistió Miguel Sanz.
Asimismo, el presidente habló de las relaciones con el PSOE y con el Gobierno de España. «Ahora la relación es más fluida», comentó. Volvió a señalar que pronto se producirá una reunión en Moncloa con José Luis Rodríguez Zapatero para tratar temas como «el impulso del TAV o el convenio económico».
El presidente de UPN quiso aclarar que su partido no ha «cedido» en materia antiterrorista. «Seguimos en contra de la negociación, pero ahora no es la misma situación. No hay tregua ni negociación, algo que de lo hablo porque conozco», señaló.
Sanz aseguró que el Gobierno de UPN-CDN garantizará el estatus actual de Navarra y abogó para trabajar los cuatro años y convertir así a Navarra en «la primera de España» en todo: «En renta, en innovación, en sanidad, bienestar, educación, convivencia y en solidaridad», concluyó.