(AGENCIAS/ 20.6.07) El presidente del Gobierno en funciones, Miguel Sanz, manifestó hoy, tras la constitución del Parlamento foral, que las cosas esta mañana se hicieron «bien» y que, «indudablemente» lo ocurrido hoy en la Cámara foral, con presidenta del PSN y vicepresidente primero de UPN, «podría ser un paso más para seguir haciendo las cosas bien en relación con el Gobierno de Navarra».
Para Miguel Sanz, el futuro Ejecutivo «no es cuestión de apetencias personales, que son todas legítimas, sino de conformar un gobierno que responda en mayor medida a la voluntad de los ciudadanos navarros». «Al margen de los personalismos, el poder no puede alcanzarse a cualquier precio y Navarra no puede estar condicionada en cuanto a su autogobierno por partidos que tienen otros objetivos políticos diferentes» agregó.
Sanz señaló que el futuro Ejecutivo foral debe estar conformado alrededor de la fuerza política mayoritaria, UPN. «Un gobierno foral debe estar conformado por quienes verdaderamente responden a la Navarra del Amejoramiento, del progreso y del desarrollo social que se ha evidenciado en los últimos años», expuso, para agregar que otro Gobierno sería «caminar hacia una senda no respondería a la voluntad expresada por los ciudadanos».
El presidente navarro manifestó que tiene «muchísimas esperanzas» en que al final el Gobierno esté conformado alrededor de «quién ha recibido ampliamente la confianza de los ciudadanos navarros». Y añadió que no es lo mismo configurar un gobierno alrededor del 70 por ciento (UPN-PSN-CDN) que otro alrededor del 51 por ciento (Na-Bai, PSN e IUN).
Volvió a dejar claro que en un posible gobierno de UPN y PSN, no dejarían nunca la presidencia a Fernando Puras, algo que ha ratificado la Ejecutiva de los regionalistas. «Un gobierno de coalición con presidencia de UPN es irrenunciable», dijo para añadir que otra fórmula es la del gobierno en minoría, aunque para Sanz es peor porque es menos estable.
En su opinión, el gobierno «debería ser lo más estable posible» y hacerse cuanto antes mejor «porque la incertidumbre que se está generando no es buena, ni para los agentes económicos y sociales ni para la estabilidad».