Tanto la consejera de Bienestar Social, Isabel García Malo, como los representantes de trabajadores y familiares han mostrado su «indignación y malestar» y han exigido al Partido Socialista y a sus máximos responsables que pidan disculpas públicamente por las «acusaciones de negligencias a los trabajadores». y su «irresponsable actuación».
Según ha explicado Adela López de Ceráin, presidenta de la asociación de padres y tutores del centro, los familiares saben que en el centro se producen a veces incidencias, «comprensibles en un colectivo tan problemático» y conocidas por las correspondientes familias. Familias, ha añadido, que en los casi treinta años que lleva abierto el centro no han puesto nunca una denuncia.
López de Ceráin ha lamentado que sea la segunda vez en poco más de un mes que tienen que salir a defender el trabajo del personal del centro y la «dignidad de nuestros familiares». Además, ha criticado que en la primera ocasión parece que el PSN no se «dio por aludido», por lo que ha pedido a los socialistas «un poco de responsabilidad y basta ya de acosar al centro San José".
Por su parte, el representante de los trabajadores, Isabelino Lobato, también ha mostrado la «indignación y malestar» de los empleados del centro. Ha censurado que el PSN se haya hecho eco de datos «falsos» con fines «políticos». Según ha dicho, "no hay derecho a que un partido utilice hechos como estos con fines políticos; no hay derecho a que utilice a los más indefensos con el mismo fin; y no hay derecho a utilizar el ataque a un colectivo de trabajadores con fines electoralistas".
En el centro se atienden a 80 personas con discapacidad psíquica y la plantilla de trabajadores asciende a unos 140. El PSN no ha contrastado ni verificado los datos que aportaron en la rueda de prensa, ni se han dirigido a la consejería, a las familias ni a los trabajadores. A diferencia de los socialistas, la consejera se ha reunido con padres y familias, UGT, trabajadores, servicios médicos y jurídicos y todos han confirmado que no existe alarma alguna. Además, se han llevado a cabo las oportunas inspecciones que han constatado el correcto funcionamiento del centro.
Lobato ha manifestado que se tiene que pedir perdón a la sociedad navarra y a los padres «que han sufrido de forma especial esta situación, padeciendo un daño moral irreparable» y los trabajadores del centro por las «mentiras, injurias, difamaciones». «Déjennos en paz», ha exigido. Además, ha señalado que han solicitado asesoría legal para pedir responsabilidades a las personas «que nos han hecho tanto daño».