La enmienda presentada por los diputados de UPN establecía la autorización al Gobierno a firmar un convenio con Navarra para que esta comunidad adelante las obras de construcción del corredor navarro de alta velocidad y descuente después su coste de la aportación anual que hace al Estado. La enmienda fue rechazada con los votos en contra del PSOE, a pesar de que el PSN se había pronunciado en el Parlamento foral a favor de que el Gobierno central permita a Navarra recurrir a esta fórmula para adelantar la construcción del TAV, de la misma forma que se permitió a la Comunidad Autónoma Vasca.
Para Miguel Sanz, el voto en contra del PSOE a esta enmienda presupuestaria «demuestra, una vez más, que los intereses de Navarra en relación con la postura que adopta la dirección de los socialistas navarros están supeditados a los intereses del PSOE».
No obstante, el presidente ha afirmado que prefiere «entender que esto responde más a una posición política que puede ser reconsiderada en el futuro, porque si no, no sería entendible y requeriría otro tipo de actuaciones por el Gobierno de Navarra», advirtió.
En este sentido, ha señalado que «no sería entendible que lo que es posible hacer con la Comunidad Autónoma Vasca en relación con la financiación del TAV por el sistema del concierto no se haga de la misma manera aquí a través del Convenio Económico».
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