UPN ha denunciado que el nacionalismo vasco, «de manera especial, el más radical» ha entrado en una «estrategia, perfectamente calculada, de desestabilización de la vida social, política e institucional de Navarra en muchos casos mediante actuaciones violentas».
Para los regionalistas, «es inadmisible la falta de respeto que determinadas iniciativas de los últimos días están teniendo con el Estado de Derecho y la democracia». Así, han citado como ejemplos «el comportamiento de un grupúsculo de trabajadores de Volkswagen cortando la calle Navas de Tolosa e intentando entrar en el Parlamento de Navarra por la fuerza, enfrentándose a la policía foral; o la actuación de otro colectivo de violentos pretendiendo llevar sus propias reivindicaciones lingüísticas a la exposición La edad de un Reyno en Baluarte».
Además, deben reconocer que queremos seguir perteneciendo a la nación española y rechazamos construir quimeras nacionalistas denominadas euskalerria, y que Navarra no es bilingüe en la mayor parte de su territorio».
«Lo más paradójico de la actuación de esta minoría violenta han agregado- es que pretendan imponernos sus postulados a la mayoría recurriendo a la presión, la coacción y la amenaza».
Los regionalistas han hecho un llamamiento a la mayoría de la sociedad para que no ceda en la defensa de la libertad y del Estado de Derecho. «La minoría violenta en ningún caso nos va amedrentar», han destacado.
Por ello, han concluido, «ahora más que nunca y ante situaciones como la actual debemos, desde las instituciones y los representantes del pueblo, democráticamente elegidos, hablar claro y con total transparencia, sin ambigüedades y reafirmando nuestro compromiso con los ciudadanos que han depositado su confianza en nosotros».