UPN ha afirmado, tras la presentación ante el Parlamento vasco de los objetivos del Plan Ibarretxe, que el proyecto soberanista es un «fraude político» ya que pretende «engañar a los ciudadanos con vanas proclamas al diálogo, la convivencia y al respeto cuando el objetivo prioritario de los nacionalistas no es el respeto a los derechos humanos y a las libertades sino la construcción nacional y la ruptura con España».
Los regionalistas denuncian que «tras las pretensiones de diálogo y respeto a la voluntad de los ciudadanos se esconden la actitud impositiva y los intereses soberanistas del nacionalismo, que establece procedimientos, plazos y condiciones para llevar a cabo su proyecto y asegura, como lo ha hecho más de un dirigente nacionalista, que saldrá adelante de cualquier forma».
«Ibarretxe -señalan- dice que no da prioridad a la construcción nacional, pero exige el reconocimiento jurídico de la identidad nacional vasca y el derecho de autodeterminación, un poder judicial distinto y vuelve a citar a Navarra, como si de una parte de la nación vasca se tratara».
A este respecto, los regionalistas consideran que el Gobierno vasco muestra nuevamente una falta de respeto a los navarros, «porque citar simplemente a Navarra para decir que dentro de este plan los navarros decidirán lo que quieran es tanto como decir que lo que ya han dicho los navarros en sucesivas elecciones, a través de las urnas, no sirve para nada».
Para UPN, «la libertad se gana desde la unidad de todos los demócratas para combatir a los asesinos, no haciendo planteamientos que sirven de motivación a los terroristas para matar y asesinar y no haciendo argumentos de autodeterminación ni de soberanismo que a la mayoría de los ciudadanos le preocupan lo más mínimo». Por ello, sugiere a los nacionalistas que retiren un plan que «sólo busca contentar a los violentos».
Además, la formación regionalista critica que el plan pretenda apoyar a las víctimas del terrorismo «cuando al mismo tiempo el Gobierno vasco acuerda subvencionar a las familias de presos etarras para que acudan a ver a los terroristas, vota en contra de subvencionar a las víctimas del terrorismo en las instancias comunitarias y permite las ayudas a los herederos de Batasuna en las instituciones vascas».
«La letra del plan no se la creen ni los nacionalistas, por lo que está abocada al fracaso desde su propia formulación», aseguran los regionalistas.