UPN ha denunciado la «incoherencia» y el «desbarajuste municipal» que existe en el PSN sobre el posicionamiento que esta formación debe tener ante el Plan Ibarretxe, después de que los socialistas no han respaldado en el Ayuntamiento de Cadretia la declaración que aprobó el Parlamento de Navarra contra la propuesta soberanista.
La declaración, presentada en el consistorio ribero por UPN a través de una moción, contó con el apoyo de los cinco concejales regionalistas y la abstención de PSN (6), un hecho que ha sido calificado por UPN como «incomprensible» ya que el texto de rechazo es el mismo que aprobaron los socialistas en el Parlamento de Navarra.
Así, Cadreita se ha sumado a la lista de localidades navarras donde las agrupaciones socialistas han desobedecido las órdenes de Lizarbe de aprobar las mociones que se presenten en los municipios contra el Plan Ibarretxe.
«Hay que recordar que en Ablitas también se asbtuvieron, en Mendavia se dividieron, en Monteagudo no la quisieron debatir, en Yerri incluso la rechazaron, en Tafalla votaron dos mociones contradictorias para satisfacer a los nacionalistas y en otras, como Barañáin y Sangüesa, primero la rechazaron y luego enmendaron al ver la reacción social. ¿Puede haber mayor desconcierto, desorden y falta de autoridad en este partido respecto a esta cuestión?», se preguntan los regionalistas.
«Ante la divergencia de posturas sobre el Plan Ibarretxe», la formación regionalista ha pedido a Lizarbe que mantenga una postura coherente «entre lo que defiende en el Parlamento, lo que Zapatero dice en Madrid y el posicionamiento de los socialistas en determinadas localidades».
La moción recoge literal los mismos acuerdos del Parlamento
La moción presentada por UPN recoge de manera literal los acuerdos que figuran en la declaración aprobada por UPN, PSOE, CDN e IU en el Parlamento de Navarra. El texto rechaza «los planteamientos de Ibarretxe acerca de un nuevo modelo institucional» y niega «toda legitimidad para hablar del futuro político de Navarra y del pueblo navarro».
Además, rechaza «las pretensiones del Gobierno vasco de interferir en el futuro de la Comunidad Foral de Navarra, puesto que las sutilezas formales no evitan la clara intencionalidad de que Navarra forme parte del estado libre asociado» y la «injerencia» que supone en el proyecto político de Navarra.
Asimismo, se manifiesta que la propuesta de Ibarretxe «rompe el actual consenso institucional», fomenta la «división social», es negativa «para la construcción europea», impide «el progreso de la sociedad» y dificulta «las relaciones institucionales entre Navarra y el País Vasco».
Finalmente, reitera como prioridad política «la necesidad de unir los esfuerzos políticos y ciudadanos para acabar con el terrorismo de ETA» y entiende en consecuencia que «la propueta es inoportuna porque no contribuye a la unidad de acción de las fuerzas políticas democráticas sino a su división».