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¿Se lo imaginan?

Carlos Salvador, Diputado de UPN

Si se aplicara en Navarra la normativa lingüística imperante en Cataluña, cuyo rigor se incrementará tras la aprobación del nuevo Estatuto, esto es lo que ocurriría:

– El vasco, vascuence o euskera sería considerado como única lengua propia de Navarra. El castellano seguiría siendo también lengua oficial, pero al no ser «la lengua propia de los navarros» en la práctica sería cuestión de tiempo que dejara también de ser lengua oficial. El monolingüismo es un objetivo nacionalista irrenunciable.

-Además la ley (¿foral?) impondrá el deber de estudiar en vasco en todas las fases educativas: 0 a 3, primaria, secundaria, bachillerato y universidad. Aquél sería la única lengua para educar a nuestros hijos. Es decir que en Navarra, como ahora pasa en Cataluña, los padres no podrían elegir el castellano para educar a sus hijos. Las autoridades educativas serían insensibles ante las demandas de escolarización en el idioma común de los españoles -el castellano o español- ni aunque hicieran huelga de hambre. Para garantizar el cumplimiento de esta obligación se incentivaría a los alumnos (chivatos) para que denunciaran a los profesores por utilizar en clase el castellano.

-Todas las denominaciones y rotulaciones se harán exclusivamente en vasco. Navarra, ¡cómo no!, pasaría a denominarse exclusivamente Nafarroa o Nabara. Y así sucesivamente: Pamplona sería únicamente Iruña, Tudela Tutera, etc…

– Los comercios se verán obligados por la ley (¿foral?) a rotular todo en vasco so pena de ser sancionados. Los restaurantes presentarán sus menús al menos en vasco y si no lo hicieran podrían ser anónimamente denunciados y sancionados por un ente de «política lingüística» con fuertes multas. Las empresas privadas tendrían que etiquetar sus productos y publicitar sus servicios al menos en vasco, para no perder oportunidades de promoción públicas (ayudas para asistir a ferias, subvenciones, etc.)

– Los recibos y demás comunicaciones de las empresas prestadoras de servicios públicos como el agua, el gas, las basuras, la telefonía y la electricidad habrán de ser emitidos al cliente exclusivamente en vasco, salvo que el usuario, acreditando cierta valentía, exprese lo contrario arriesgándose a engrosar la lista de personas «enemigas» de la lengua propia.

– ¿Las relaciones con la administración y con la justicia? Pues serían exclusivamente en vasco, salvo que por escrito el afectado pidiera expresamente que lo hiciera en castellano. Por supuesto, el conocimiento del vasco se impondría como requisito indispensable para optar a cualquier puesto de trabajo ofrecido por la administración pública, tanto estatal, como foral y municipal.

Más ejemplos

Para poder obtener ayudas y subvenciones públicas las televisiones locales, radios y prensa escrita, se introduciría la obligación de emitir cuotas de promoción lingüísticas obligatorias. Por supuesto la programación infantil de cualquier parrilla televisiva sería totalmente en vasco para evitar que los niños utilizasen el idioma común.

– Las leyes ¿forales? de regulación de la enseñanza universitaria se modificarán para imponer el vasco como idioma vehicular.

– En las empresas privadas los sicarios de la vigilancia del uso del vascuence tendrían amplios poderes para velar por el uso del vasco en los centros de trabajo.

-Podrían, incluso, los policías del idioma entrar en las historias clínicas de los hospitales para saber en qué lengua se relacionaron los pacientes con los médicos.

– Y así… suma y sigue.

Por supuesto, la bandera española será sistemática y progresivamente eliminada de los edificios públicos y la palabra «español» pasaría a ser sinónimo de fascista y antipatriota.

Se me dirá que todo esto es imposible que pase en Navarra. Sin duda, mientras se respete el Amejoramiento del Fuero que apuesta por la coexistencia lingüística y no por el monolingüismo nacionalista, eso no ocurrirá, aunque ya pasa en Cataluña y se intenta implantar en el País Vasco. Pero en Cataluña, no lo olvidemos, todo se hace con el plácet de los socialistas. Y ya sabemos que últimamente en el PSOE navarro se sueña con echar a UPN para gobernar con los nacionalistas.

¿Creen ustedes que de esta forma se construye un futuro mejor? Yo no lo creo. Lo deseable sería la coexistencia pacífica y amable de las lenguas en España. Desterrar el bilingüismo en Cataluña y tratar de imponer en otros pagos el monolingüismo es un atentado contra la libertad y los derechos básicos de los ciudadanos.

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