El Grupo Municipal de UPN en el Ayuntamiento de Pamplona se ha mostrado “satisfecho de que finalmente el Ayuntamiento permita que la tradicional ofrenda infantil a San Fermín se celebre en el exterior y no dentro de la Capilla como inicialmente era su intención”. Los regionalistas consideran que “este acto cuenta con una enorme aceptación popular y ha adquirido una dimensión que hace poco recomendable su celebración en el interior”. “No existía ninguna razón para hacer modificación alguna en su formato”, han destacado.
En este sentido, han presentado esta mañana una declaración de urgencia en la Comisión de Ciudadanos que, sin embargo, no ha salido adelante, por la oposición de Bildu, Geroa Bai, IE y Aranzadi/Podemos. Los regionalistas se han mostrado sorprendidos porque minutos después “Asirón sí parece haber aceptado esta propuesta en declaraciones a los medios de comunicación”.
UPN ha lamentado “el tono empleado durante el debate de esta mañana tanto por la concejala de cultura, Maider Beloqui, como por los portavoces del cuatripartito, con constantes ataques a la libertad de prensa y al propio Arzobispado”.
“No es aceptable, por mucho que les molesten los actos populares y las tradiciones de nuestra ciudad, que pronuncien discursos absolutamente destructivos, que no hacen otra cosa que alterar la convivencia en nuestra ciudad de cara a los Sanfermines”, han criticado. Por eso, han exigido que “cesen los ataques a los medios de comunicación y las amenazas y desprecios al Arzobispado”.
Además, han lamentado “la opacidad con la que Bildu y el cuatripartito han actuado en todo este asunto, dado que el resto de concejales del Ayuntamiento se han enterado una vez más por los medios de comunicación de las intenciones del Ayuntamiento de modificar el acto”.
“Decisiones de este calibre no se pueden tomar en el despacho, con la puerta cerrada e intentar hacerlas pasar de tapadillo, porque entonces se generan polémicas como la suscitada este fin de semana”, han subrayado.
Por último, han mostrado su satisfacción porque “se respeta esta tradición a la que lógicamente acuden muchos creyentes, pero también miles de familias que simplemente quieren disfrutar del acto en su dimensión popular”.