UPN ha defendido el papel de la Constitución Española como «motor del cambio social y del desarrollo autonómico» experimentado en estos últimos veinticinco años, haciendo mención especial al nivel de autogobierno alcanzado por la Comunidad foral, «el mayor de toda su historia y de las regiones que conforman la Unión Europea en la actualidad».
Los regionalistas consideran que el balance de estos veinticinco años de vigencia de la Carta Magna es «inequívocamente positivo» para Navarra y sus ciudadanos, «puesto que ha posibilitado, a través del reconocimiento y el amparo de los derechos originarios e históricos de la Comunidad foral, el desarrollo competencial necesario para su progreso económico y social».
Asimismo, han animado a las fuerzas democráticas a mantener el «espíritu de unión y consenso en torno al texto constitucional» que hizo posible el actual marco de convivencia, «que garantiza y defiende valores democráticos como el pluralismo y la autonomía, los derechos más elementales de las personas y la libertad».
La formación regionalista entiende que «el fortalecimiento de dicho espíritu es imprescindible para hacer frente a los intereses rupturistas de los nacionalistas y las iniciativas que pretenden quebrantar el consenso constitucional sólo para colmar los objetivos de los enemigos de la democracia y del Estado de Derecho».
En este sentido, se ha posicionado en contra de abrir «en estos momentos» un debate sobre el modelo de Estado y la reforma de la Constitución, ya que «no es oportuno» dado el «órdago secesionista» del nacionalismo.
«Apelamos a la responsabilidad, al sentido de Estado y a la prudencia de las fuerzas democráticas para entre todos defender los valores que nos unen por encima de la discrepancia y el interés partidista», ha señalado.